Un día no tan normal ¿o sí?



Ayer fue un día de esos en que quieres salir corriendo de donde estas y estar en soledad, pero en el momento que tomar impulso para irte te arrepientes, tomas aire y vuelves a mirar el rostro de ese pequeño.  

Nadie dijo que sería fácil, que las noches se harían largas y que debía aprovechar las horas que él duerme para hacer lo mismo también,  pero ya me había acostumbrado al horario nocturno, y así él este dormido yo me encontraría al pie del cañón contemplando su sueño asegurarándome que todo este en perfecto orden, pero ¿qué pasa cuando tu hijo no cierra los ojos a la hora acostumbrada (aunque eso suceda en la variable de una hora)  y esperas, y esperas, y te dan las dos, tres, cuatro de la mañana y nada, y te resignas "total ya dormirá a las 6 am, a la hora que yo pueda dormir también y Renzo cuidará nuestro sueño", pero eso nunca sucede y dan las tres de la tarde y tu pequeño querubín no duerme. 

No tiene sueño, no quiere, cierra los ojos unos 15 minutos y cuando te das cuenta ahí está despierto,  y ni poder dormir ya que chotea a su padre porque no huele a uno y lo único que quiere es comer, una vez más, así rebase de leche y a los 10 minutos regrese en modo chisguete.

¿Qué hacer entonces?,  el mal humor empieza a apoderarse de mi y trato de mantener la calma, así que dieron las 5 de la tarde y era la hora del baño de Mau, y uno mantuviendo la fe de que eso lo relajase hasta hacerlo dormir así que manos a la obra : baño ✔ teté ✔ hora de dormir… 

7am el niño cayó en sueño y yo,  bueno, aún siendo las  3:15 am del otro día, sigo despierta.  

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.